La Norma Ambiental de Emergencia y la Política
del Aire
José
Luis Lezama
1)
¿Son las causas de la contaminación un misterio?
No hay misterios en las causas de la
crisis por la contaminación del aire en la ciudad y en el valle de México.
Tampoco hacen falta grandes estudios para actuar y corregir el problema. Con el
conocimiento existente se pueden tomar decisiones. Las medidas para abatir la
contaminación no se toman porque son costosas económicamente y políticamente y
nadie quiere asumir estos costos; ni los agentes privados ni los agentes
públicos.
2) El milagro tecnológico
Ahora se acaba de anunciar por parte de la
Semarnat la Norma Oficial Mexicana de
Emergencia. Se trata de establecer una norma y de poner en práctica los
mecanismos para hacerla cumplir. La tecnología para detección de emisiones,
conjuntamente con una estrategia que efectúa la verificación de acuerdo a la
tecnología y combustibles de los distintos vehículos parece adecuada, lo mismo
el control de la PROFEPA sobre los verificentros. No obstante, falta ver su
puesta en práctica. Al final todo pasa por manos humanas. La tecnología no hará
el milagro; no eliminará la corrupción. En ocasiones ayuda a detectarla; en
otras ayuda a esconderla. Recordemos los softwares usados por la VW y otros
fabricantes para burlar la verificación en Europa y USA. Una primer señal la
tendremos cuando dejemos de ver a los vehículos ostensiblemente contaminantes
circulando en las calles.
3)
¿Una sola Norma para un gran problema?
Pero la verificación y su Norma es solo
una parte del problema, por lo que es erróneo que ahora se plantee, como lo
insinúa la SEMARNAT, que esta Norma por si misma, efectuará el milagro. La
contaminación no se abatirá si no se actúa en los otros factores y fuentes. Hay
muchas otras medidas que hay que tomar. Algunas son de corto plazo, otras son
de mediano y largo plazo; pero todas hay que tomarlas. Se tienen identificados
a las principales fuentes de contaminantes, y agentes. Se sabe quién contamina, cómo
contamina, qué sustancias emiten. Basta con mirar los Inventarios de Emisiones
para pasar de las sustancias químicas a los agentes sociales; para pasar de las
acciones y reacciones entre sustancias
químicas, a las acciones y reacciones
entre agentes económicos y políticos. Hoy día la solución de los problemas
del aire no se reduce a un problema técnico, solo al uso de tecnologías de
punta, o a la existencia o ausencia de conocimiento científico; es un problema
de economía y de política, de dinero y poder. Y tiene profundas implicaciones
morales y éticas: qué vale más, la salud, el bienestar de las personas y de los
ecosistemas o los inmensos beneficios económicos que logran quienes violan las
normas ambientales.
Las sustancias que infectan los aires
metropolitanos nos dan pistas y nos conducen directamente a los principales
responsables de la contaminación. PEMEX está allí, a la vista de todos, lo
mismo que los fabricantes de automóviles; igual que la obsoleta y contaminante
planta industrial del valle de México, y que los fraudulentos verificentros, sobre
los cuales actuará la también llamada Norma
Emergente de Verificación Vehicular. Allí también están las normas
ambientales mexicanas; se les puede comparar con las americanas y las europeas.
Son también visibles los vehículos ostentosamente contaminantes. Vemos todos
los días el estado físico y las emisiones del transporte público. Todos los
grandes agentes contaminantes que actúan en corporaciones, asociaciones, como
grupos organizados, con influencia y poder, gozan de impunidad. Vemos y oímos
diariamente a los funcionarios ambientales federales, de la ciudad y del estado
de México dando, discursos, expresando palabras, emitiendo sonidos contra la
contaminación. Mientras tanto, el aire empeora, el medio ambiente y la salud de
la población se deteriora.
4) ¿Y
las medidas de fondo?.
Casi todo mundo las conoce:
a)
Planeación urbana, ambiental y de transporte
integradas. La planeación urbana debe de estar en manos de la autoridad y no de
los fraccionadores y especuladores del suelo. El transporte y el orden vial
debe de quitarse de las manos del automóvil. Los modos de transporte, metro,
metrobús, autobús, deben de coordinarse y no competir por el pasajero. La
política ambiental nacional debe de quitarse de las manos del Partido Verde.
b)
Las gasolinas deben cumplir con los estándares
internacionales, particularmente europeos y estadounidenses.
c)
Los automóviles que circulan en México deben
cumplir con los estándares de los que se exportan a Estados Unidos. Dadas las
laxas normas mexicanas, un auto nuevo no es garantía de nada. No sólo son de
segunda los vehículos que las fábricas o armadoras nacionales producen para el
mercado mexicano, sino también los que Estados Unidos exporta a los países del
mundo no desarrollado como México.
d)
Las normas ambientales deben de poseer, al
menos, los estándares de la OMS.
e)
El sistema de verificación debe ser efectivo,
transparente, que incluya a todos. Vamos a ver cómo le hace la nueva Norma de
Emergencia para obligar al transporte de carga, de pasajeros, gubernamental,
etc., a realmente efectuar una verdadera verificación vehicular.
f)
Someter a revisión independiente el sistema de
generación de información de la calidad del aire y del sistema de monitoreo
atmosférico.
g)
Debe instrumentarse la verificación y corrección
de las emisiones del transporte aéreo.
h)
Debe someterse a escrutinio y fiscalización el
sistema de inspección de las emisiones del sector industrial y de servicios.
i)
Es necesaria la creación de una institución de
gestión ambiental megalopolitana, con poderes constitucionales e instrumentos de
poder para tomar decisiones.
j)
Racionalizar y aplicar el Hoy no Circula como
una medida complementaria.
5)
Ninguna medida de fondo en los últimos 16 años
¿Por qué hizo crisis el problema de la
contaminación este año?. Porque las políticas y los programas existían sólo en
el discurso político, en los festejos de los funcionarios públicos, sustentados
en datos dudosos, en mediciones deficientes y en ausencia de un pensamiento y
planeación crítica. En los hechos, en los últimos 16 años, no se tomó ninguna
medida de fondo. La industria automotriz siguió fabricando vehículos de segunda
para el mercado nacional, PEMEX no cumplió con el compromiso de distribuir
gasolina de calidad, la verificación vehicular se hizo de manera fraudulenta.
Las normas ambientales mexicanas siguieron siendo de quinto mundo. ¿Qué se
podía esperar ante tanta irresponsabilidad?
jlezama@colmex.mx
@jlezama
Dr. José
Luis Lezama
Profesor-Investigador
El
Colegio de México
Doctor en Política Ambiental por el University College London.
Profesor Visitante en el Massachusetts
Institute of Technology.
No hay comentarios:
Publicar un comentario