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Originalmente publicado en El Universal en mayo del 2016
La Contaminación en las manos de los dioses
Mexicas
José
Luis Lezama
1).- En los terrenos
del mito
Los dioses
del viento y de la lluvia se han mostrado mas efectivos para el combate a la
contaminación que las estrategias y acciones gubernamentales. Ehécatl y Tláloc,
antiguos dioses mexicanos, se han
convertido en la gran esperanza, las únicas fuentes de credibilidad, cuando las
medidas gubernamentales se hunden. Mientras tanto, los contaminantes se
acumulan, la salud y la economía se deterioran y el malestar aumenta. El Hoy no
Circula es parte de esta mitología.
2) Una política autocomplaciente.
La autocomplacencia no es algo que caracterice
sólo a los funcionarios actuales. Desde que inició el combate a la
contaminación, en los años setenta, hasta la actualidad, esa ha sido la
característica de quienes ocupan puestos de decisión, sean del PRI, del PAN o
del PRD. Todos califican sus acciones contra la contaminación como iluminadas.
Todos consideran que durante su administración se obtuvieron logros nunca vistos,
que el año de ellos fue mejor que el anterior.
Todos declaraban, hasta hace poco, que
cada año el aire era más limpio que el anterior. Cuáles eran sus fuentes de
información, los datos que ellos mismos producen y que no están sometidos a
revisión y crítica independiente. Así, oficialmente, desde el año 2000 a la
fecha, se declaró públicamente una constante disminución de los días en los que
se violan las normas por ozono. Habría que someter a revisión estos datos. Y
además aclarar que, los contaminantes que infectan los aires de la metrópoli,
no sólo son el ozono y sus precursores. Están el conjunto de los Contaminantes Criterio y los Contaminantes Tóxicos, estos últimos
incluso no sólo más numerosos, sino más dañinos.
3) Las políticas
ambientales: otro mito
La ciudad de México y la zona
metropolitana son un gran laboratorio para estudiar la contaminación y se ha
estudiado con profundidad. Los especialistas en salud pública han mostrado
convincentemente los daños a la salud de la población. Sabemos de los daños a
la economía y a los ecosistemas. Los distintos programas para combatir la contaminación:
los Proaires, con el primero de
1996, lo muestran con cierta claridad: está información está en manos de los
funcionarios. Con ella pueden tomar decisiones
que no toman. No es ignorancia la única explicación del fracaso. Los Proaires y sus recomendaciones de
política, para empezar, no obligan a nadie a nada: son voluntarios. Pero lo más
importante es que nada, o muy poco, se pone en práctica. Propuestas, leyes,
normas hay veces de primer mundo que nadie ejecuta. Todos los programas
gubernamentales dicen que tienen una concepción integral de los problemas, que
actúan transversalmente, que se apoyan en el último conocimiento científico
disponible, que actúan con transparencia, que se basan en la participación
ciudadana: discursos, palabras, frases aprendidas y repetidas, mercadotecnia:
Todo un arsenal discursivo que no hace la mínima mella en la contaminación.
4) Sí se puede
resolver la contaminación
El fracaso, repito no es solo asunto de
ignorancia. Es un problema de decisiones, no sólo de voluntad política, sino también de capacidad política para tomar decisiones.
La autoridad actual y la anterior, algunos
de éstos que incluso asesoran a los actuales, lo saben: las medidas de política
pública para la contaminación se deben jerarquizar, son de distintos niveles. Se
tiene que actuar en cada uno de esos niveles.
a)
La planeación urbana, ambiental y del
transporte.
El orden urbano debe quitarse de las manos de los
especuladores del suelo, de los fraccionadores. El orden vial debe quitarse de
las manos del vehículo privado y de los microbuseros. El transporte público de
pasajeros además de cumplir normas ambientales estrictas, deben cumplir con
normas de seguridad, de bienestar y confort. El transporte público no se
articula y complementa: compite por los pasajeros.
b)
Los vehículos automotores.
Los funcionarios ambientales lo saben y lo han sabido. La
industria automotriz fabrica vehículos con un doble estándar y una doble moral.
Los que se venden en el mercado estadounidense que cumplen con las normas ambientales
y de seguridad americanas. Y los que se venden en el mercado mexicano que no
cumplen con estas normas. Los autos que se importan de Estados Unidos y otros
países tampoco cumplen necesariamente con las normas de sus países: son para
exportar al mundo subdesarrollado.
c)
La verificación
Los vehículos de carga, de pasajeros, de la
industria de la construcción, gubernamentales, entre otros, son altamente
contaminantes, no obstante se les permite circular con impunidad.
d)
Los combustibles
La gasolina y diesel que se vende en México y en la zona
metropolitana no cumplen con las normas internacionales. No importa que se
produzcan en México, en Texas, en Corea o en China, son altamente
contaminantes.
e)
Las normas ambientales
Las normas ambientales que rigen en México están por debajo
de las internacionales. De tal manera que aún cumpliéndolas, cosa que no
ocurre, no se tendría una calidad del aire adecuada.
f)
Autos, industria y servicios
Éstas, que son las tres principales fuentes de contaminación,
tienen algo en común: una tecnología obsoleta, combustibles de mala calidad, y
no están sujetas a sistemas de verificación confiables. ¿Quién ha sometido a
revisión el sistema de verificación de la planta industrial de la megalópolis?.
¿Quién sabe algo de la relación entre
inspectores de la Profepa y gerentes de las industrias?. ¿Quién ha certificado
que las emisiones del sector industrial disminuyen en los días de contingencia
como dice la ley?.
g)
El aeropuerto
A nivel mundial, el tema de la contaminación de aviones y
aeropuertos es un tema de preocupación. En México debe de ser sometido a
criterios de verificación estrictas.
5.- ¿Y
el Hoy no Circula?
Con todos estos campos de acción, de toma de decisión, de
medidas efectivas que hay que tomar, ¿dónde queda el Hoy no Circula?. Es obvio
que su contribución es mínima, que es una medida de emergencia, que sólo debe
ser un complemento de algo más amplio, que requiere de medidas económicas, de
política y de gestión. Darle al Hoy no Circula el papel que se le está dando,
hace entrar con mayor fuerza la política ambiental no sólo en los terrenos del
mito, sino sobre todo de la simulación.
jlezama@colmex.mx
@jlezama
Dr. José Luis Lezama
Profesor-Investigador
El Colegio de México
Doctor en
Política Ambiental por el University College London.
Profesor Visitante en el Massachusetts Institute of Technology.
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