Sábado 6 de Septiembre
de 2014
La magia del nuevo
Aeropuerto
José
Luis Lezama
Si la construcción de un aeropuerto como el que
anunciaron y promueven con fervor el
presidente Peña y su gabinete traerá tantos beneficios como los que se anuncian,
habría tal vez que construir, no uno, sino muchos, llenar al país de
aeropuertos; uno quizá en cada entidad,
uno en cada región, uno en cada posible polo de desarrollo; uno tal vez en cada
zona de conflicto, de inseguridad; para ganarle así terreno al crimen, la
delincuencia, la desigualdad; uno en cada zona de pobreza y en cada una de las
múltiples áreas de deterioro ambiental del país. Por ejemplo, en las zonas
dónde la minería prospera con el abrigo gubernamental, y con el meditado descuido
y condescendencia de los aplicadores de
la ley, que explica la depredación de la naturaleza y del trabajo. Habría
también que construir uno de estos aeropuertos en los ecosistemas destruidos, contaminados y saqueados por Pemex en Tabasco, Veracruz, Campeche,
Tamaulipas. Tal vez pudiéramos de esta manera aspirar a construir nuestro sueño americano.
Las capacidades que parece tener para estimular el
desarrollo, la economía, el bienestar, el turismo, el medio ambiente, la
identidad nacional, parecen infinitas y, todo esto, con una inversión por
decirlo así, módica, de poco más de 9 mil millones de dólares. No mucho más que el costo de dos o tres
refinerías; a un precio no mucho mayor que algunas Estelas de Luz.
Por qué el despliegue mediático de la generosidad de este
proyecto; y sobre todo en tiempos en los que el presidente Peña pareciera en su
mejor momento, a punto de asegurar la posteridad como el presidente reformador de México. Como si tanta
muestra de fe, confianza y seguridad dejará escapar algún temor, una especie de
Síndrome del Titánic, una fragilidad
oculta, un temor a una desventura no contemplada, un acontecimiento incluso
menor que pudiera conjurar el encanto. Un temor quizá a un evento impredecible
que el fantasma de Atenco recuerda con cierta vehemencia y que pudiera
interponerse entre el sueño y la realidad.
El problema no es el aeropuerto, el cual seguramente es necesario, tiene una
alta probabilidad de ser no sólo una gran obra funcional y estética; sino
además resultar un buen negocio, generar empleos, convertirse en motor o apoyo
al crecimiento económico. Se trata más bien de las virtudes mágicas que sus
promotores le atribuyen, entre las que destaca la promesa de hacer de la ciudad
de México un paraíso ambiental.
Entre otras cosas se afirma que la construcción del nuevo
aeropuerto, hará entrar cada año 3 millones de nuevos turistas. Se ofrece
también la creación de 500 mil empleos. Junto al aeropuerto florecerán escuelas,
centros de convivencia, espacios públicos, jardines, hospitales, unidades
habitacionales, centros comerciales, museos, etcétera. No sólo se garantizará
la mecánica de los suelos y la perfección ingenieril de la obra, sino que
también se anuncia un plan hídrico con beneficios que trascienden al aeropuerto
y resolviéndose así la escasez de agua, drenaje y las inundaciones del Valle de
México. Se contará con 24 nuevas plantas de tratamiento de agua, se generarán
grandes volúmenes de biogás con la basura acumulada en el bordo poniente.
Los promotores del aeropuerto ofrecen regresarle al Valle
de México la condición paradisiaca que tuvo alguna vez en los mitos del mundo
prehispánico, destino de las migraciones de los pueblos bárbaros de los
desiertos del centro y norte del país. Anuncian 12 500 hectáreas de tierras
compradas a los ejidatarios de San Salvador Atenco para alojar lo que ya
nombran la Reserva Ecológica del Lago de Texcoco. Se sanearán 9 ríos y otros
serán entubados. El agua que se consuma será reciclada y la mayor parte de la
energía será de fuentes renovables, la solar y el biogás. De paso, y aunque
nadie lo pidió, ofrecen eliminar lo que consideran los malos olores del Oriente de la ciudad.
El paquete incluye la obtención de certificados y premios
por buen desempeño ambiental, aunque se esté todavía en la etapa de los planes.
La ventaja del futuro, esto lo saben los promotores es que, a diferencia del
pasado, si se puede intervenir y moldear.
Podría pensarse en la construcción
de aeropuertos como una política nacional, parte central del Plan Nacional de
Desarrollo. El nuevo aeropuerto parece tocar y beneficiar todas las
actividades, ramas y sectores del desarrollo nacional, pero sobre todo abarca
el vasto imaginario social, los sueños, las ilusiones, los deseos y el
desencanto que genera la pobreza, la inseguridad, la crisis como sistema de
vida; juega con la esperanza. En este sentido, construir aeropuertos parece
mejor opción, más realista, más económica, más racional que, por ejemplo, construir
refinerías y Estelas de Luz. Construir
una Estela de Luz cuesta 100 millones
de dólares; el nuevo aeropuerto equivale a 90 Estelas de Luz. Queda claro
lo que distingue a la presente de la pasada administración.
@jlezama2
La
Auditoría Superior de la Federación (ASF) dio a conocer que desde la concepción
hasta la conclusión de la Estela de Luz, se invirtieron 1,304 millones 917.7
mil pesos (El Economista 27/III/2013).
6 comentarios:
Dr. LEezama. No sé si es necesario o no un nuevo aeropuerto en la ciudad de México, lo que sí se sabe es que este proyecto no está en el PND y tampoco está en el programa sectorial de la SCT (ahí hay 6 proyectos como "compromisos presidenciales" -promesas de campaña pues- y 3 "proyectos estratégicos"), así que, se sacaron de la manga esta obra porque representa un jugoso negocio para el grupo que gobierna. ¿Y para qué sirve la planeación?
Totalmente de acuerdo, la planeación es sólo un discurso; nadie planea nada en este país; al menos, los que deben planear para la sociedad
Es verdad que no está contemplado el "nuevo puerto aéreo" en el plan nacional de desarrollo, sin embargo, igual es cierto que no por ello hay obstáculo alguno para proyectarlo, otra cosa es su concreción.
Su artículo de hoy, me parece cargado de una cruda ironía, generada sí, por la endémica demagogia a que estamos mal acostumbrados. El miedo al cambio, no es precisamente al cambio mismo, sino a que no haya cambio.
El proyecto no resuelve el problema ambiental que genera cualquier puerto aéreo: ruido, destrucción del entorno natural, contaminación y otras lacras que trae el "progreso". Pero sí traslada a otra zona dicha problemática y con ello, hasta cierto punto se vería aliviado el D.F.
No creo que hacer esas obras a lo largo y ancho del país, resuelva nada, ni salgamos de la emergencia. En parte porque dicha forma de transporte está fuera del alcance de los bolsillos del común de los mexicanos y el costo ambiental sería muy alto. Es mejor, sí así fuera, volver y modernizar el transporte vía ferrocarril, eléctrico claro. En la modalidad de movimiento de mercancías, animales y personas.
Saludos desde Celaya, Gto.
En cuanto a la planificación, al respecto dice Finaciero el 3 de Septiembre: "El proyecto del arquitecto Norman Foster y de Fernando Romero fue el seleccionado para el nuevo aeropuerto Internacional de la Ciudad de México." Todos (A excepción de los involucrados con el proyecto emergente de esta administración) supimos de este nuevo Aeropuerto el día 2 septiembre cuando el presidente daba su mensaje con motivo del segundo informe de gobierno. Lo que cabe preguntase aquí es cuando fue seleccionado dicho proyecto para presentarse frente al mismo presidente (en La Jornada se menciona que fue en mayo), o mejor aún, cuando se supo de alguna convocatoria independientemente que solo pudiesen captarla, firmas de renombre internacional. Queda claro, que sale a relucir un problema pequeño que opaca la transparencia. Saludos LT
Profesor Lezama:
He seguido muchos de sus análisis urbanísticos, y me parecen muy interesantes.
La revista Proceso publicó recientemente un artículo en el que se destaca que el aeropuerto es planeado desde tiempos de Zedillo por el "político-empresario" Hank.
Habiendo leído su artículo, me gustaría conocer su opinión sobre algunos detalles. ¿Usted confía en la consolidación del aeropuerto? ¿Cree usted que esta política pública tendrá efectos secundarios? Usted la ha elogiado. ¿Existen defectos?
Gracias.
y sera que lo construya el grupo ATLACOMULCO ?????
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