Sábado 20 de Septiembre de 2014
Hilary Clinton y la Geopolítica del Fracking
José Luis Lezama
La instrucción de
Hilary desde el Departamento de Estado a todas las embajadas norteamericanas
del mundo fue clara, no había cabida para la duda o los titubeos; se trataba de
crear a escala mundial un ambiente propicio, un clima favorable, una nueva
fiebre del oro alrededor del Shale Gas
y del Fracking. Primero destinar recursos
para la exploración de las reservas existentes en cada país; después dejar en
manos de la mercadotecnia y los medios de comunicación la tarea de divulgar a
escala global las virtudes, las bondades, las inmensas capacidades redentoras
de esta nueva revolución energética
que estaba a punto de nacer; inducir, sensibilizar a los países, a sus
gobernantes, a sus líderes, a su clase económica y política, a sus expertos,
sobre el Shale Gas y el Fracking como la verdadera apuesta al
futuro para las naciones y para la gente, a la cual aguardaba un futuro de
prosperidad y bienestar. La orden incluía una estrecha colaboración con las
grandes firmas petroleras, Chevron entre las más activas y favorecidas, pero de
ninguna manera la única. Había que sensibilizar al mundo sobre las capacidades no
sólo económicas, sino también liberadoras del Shale Gas.
El propósito no era
sólo liberar a Estados Unidos de la dependencia de las exportaciones de
hidrocarburos, también salvar a Europa, tanto a Europa Oriental, a los antiguos
aliados de la Ex Unión Soviética, como a la Europa Occidental de la tiranía del
gas ruso. La acción salvadora incluye por supuesto al mundo no desarrollado, a
los países pobres; venderles la idea de que nadan
en un mar de Shale Gas listo para ser
explotado y para conducir a los pueblos al desarrollo, a mejores condiciones de
vida.
En Europa, a cambio de
la liberación del gas ruso y del petróleo árabe, las compañías petroleras han
obtenido grandes concesiones de tierra para la extracción de estas riquezas que
yacen ociosas en el subsuelo. ¿Qué
mejor oferta para los países que carecen de hidrocarburos convencionales que la
posibilidad de la independencia y autosuficiencia energética? Los países de
Europa del Este han padecido por motivos políticos no sólo altos precios, sino
cortes del suministro del gas ruso en pleno invierno, cuando el margen de
negociación se reduce dramáticamente.
La estrategia de Hilary
no se redujo a promover y comerciar hidrocarburos. Se trata también de vender
nuevos posicionamientos políticos en el orden regional y mundial, de debilitar
a países rivales o enemigos, como en los hechos está ocurriendo con Rusia y la
petrolera Gazprom. Una Europa autosuficiente en materia de energéticos es una
Europa que se reposiciona ante Rusia y ante todos sus proveedores de gas y
petróleo. Se venden pues también los nuevos equilibrios económicos y políticos,
y se vende la tecnología de la Fractura
Hidráulica, de la cual Estados Unidos tiene el monopolio.
Los representantes de
Estados Unidos en el extranjero han allanado el camino a las petroleras, les
han facilitado los contactos con los altos círculos económicos y políticos de
los países especialmente seleccionados para promover la nueva revolución energética. Han promovido
reuniones de carácter político, económico, financiero y técnico en los que se
ponen en contacto los agentes claves a nivel nacional con las compañías
petroleras y con el mundo de los expertos en los distintos aspectos técnicos
del Shale Gas. Algunas reuniones se
llevan a cabo en los ámbitos nacionales; otras se realizan en Estados Unidos.
No obstante, la
estrategia del Fracking no siempre encuentra
un camino fácil. En algunos países enfrenta la protesta ciudadana. Rumania,
Polonia y Bulgaria escenificaron una fuerte oposición pública. El parlamento de
Bulgaria decretó una moratoria; Francia lo prohibió, Alemania muestra dudas y
en el Reino Unido está sometido a un gran escrutinio público por los efectos
colaterales que provoca. Por otra parte, la magnitud de las reservas anunciadas
no guardan muchas veces relación con la realidad. En Polonia fueron exageradas;
hoy día se sabe que el Shale Gas que
descansa en el subsuelo no sólo es mucho menor que el que se hizo público, sino
que su extracción no es viable económicamente.
Parte de la estrategia
consiste en destacar las bondades y
ocultar sus aspectos negativos, su alto costo social y ambiental; el problema
de escasez y contaminación de agua que genera; el metano que emite y que
repercute en el cambio climático que dice combatir, la radiactividad que brota
de las rocas agrietadas, las toneladas de sustancias químicas que se usan para
la fractura hidráulica; el daño a los ecosistemas, a la agricultura y a quienes
de ella dependen. No obstante, quién puede parar al Shale Gas y las virtudes que la mercadotecnia le atribuye, quién
puede resistir el futuro promisorio que
ofrece, sobre todo cuando abunda en el mundo la desesperanza, y la pobreza y
desigualdad extienden raíces. Son estos tiempos propicios para sembrar
ilusiones y repartir paraísos.
@jlezama2
Nota. Para abundar en la fuente de este artículo consulte: How Hilary Clinton’s State Department sold
fracking to the world. The Guardian 10/IX/2014.
2 comentarios:
Cualquier propósito que nazca de los intereses económicos, políticos y sociales de la hegemonía a la que sirve la señora Clinton, debe verse con suma desconfianza, más allá de la vida deficitaria, precaria o de plano, de extrema pobreza.
¿Por qué dejar fuera, por ejemplo, la energía nuclear? Es más, mucho más barata y muy poderosa, fuera de tabúes de un falso peligro de radiación.
La energía fósil, no queda desperdiciada cuando no se explota. Tiene un propósito biológico, ecológico y de equilibrio natural. Lo contrario, su explotación, sí causa desequilibrio, tanto natural, como humano, social, político y económico...
Saludos Dr. Lezama y gracias por su artículo.
Con la idea de ser más proactivos con respecto del cuidado del medio ambiente nosotros ciudadanos comunes, ojalá pudiera ampliar lo referido a las consecuencias del fracking, algo muy vendido acá en el Nte de México. Sería de gran ayuda, la gente está desinformada.
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