Actualizado domingo, 13 de diciembre de 2015 01:21 p.m.
Sábado 12 Diciembre 2015
París es una Fiesta.
José Luis Lezama
I.- Acuerdo 'histórico'
Finalmente, poco después de las 7 PM hora de París, Laurent Fabius ministro del exterior de Francia hizo caer sobre la mesa el martillo para indicar que El Acuerdo de París para el Clima había sido adoptado por la comunidad internacional representada en las Organización de las Naciones Unidas; minutos antes, las últimas diferencias habían sido superadas: “Estamos en un punto decisivo en el tiempo” señaló el presidente Hollande; “Hoy es un momento de la verdad” dijo con emoción el ministro Fabius; “El tratado es ambicioso, balanceado y robusto” indicó el representante de la Unión Europea; “Es la mejor oportunidad de salvar el único planeta que tenemos” declaró el presidente Obama; Ban Ki-Moon consideró este acuerdo como el punto culminante de su gestión como secretario general de Naciones Unidas; Al Gore, un tanto melodramático, se congratuló por sus nietos y los nietos de sus nietos quienes recibirán un mejor planeta. Afuera del salón de acuerdos, pudo verse con cierto esplendor La ola Mexicana; La Torre Eiffel anunció el 1.5C. París era una Fiesta.
II.- Los compromisos
Todos los países se han comprometido a reducir sus emisiones. Los países ricos ofrecieron recaudar hasta 100 mil millones de dólares para el 2020 a fin de ayudar a los pobres a lidiar con los efectos del cambio climático. El Acuerdo es considerado vinculante en el lenguaje de las Naciones Unidas; es decir, se trata de obligatoriedades que no van acompañadas de instituciones fiscalizadoras, sanciones y de sistemas de verificación que comprueben si los gobiernos nacionales tienen la voluntad, la capacidad y la autoridad para cumplir con sus ofrecimientos. Cada cinco años los países se comprometen a revisar sus metas y logros y a plantear nuevos objetivos a fin de acercarse y lograr la meta aspiracional del 1.5C ‘lo antes posible’. Una meta aspiracional significa un objetivo buscado, al que se aspira, no quiere decir que se logrará como producto del acuerdo.
III.- Cómo se logró
La diplomacia francesa recurrió a diversos tipos de estrategias negociadoras, hablando con los delegados, juntos, separadamente, con grupos, coaliciones, movilizando a los ‘big players’; por ejemplo el presidente Obama llamándole de última hora a Xi Jinping, a la presidenta de Brasil, India, etc., para allanar el camino y amarrar consensos. Y particularmente recurriendo a una especie de reuniones informales con pequeños números de países llamada en la jerga de Naciones Unidas Indabas, término proveniente de la lengua Zulú y que alude a ciertas reuniones tribales o comunitarias para resolver problemas comunes. No hubo recurso diplomático que no fuera movilizado por el ministro Fabius y los negociadores de la ONU para su objetivo último: lograr un acuerdo.
IV.- Hoy todo es felicidad, mañana la realidad pedirá cuentas
Nadie quiere saber de críticas, pesimismos, dudas, aguafiestas: hoy es tiempo de festejo y alegría. Mañana, cuando la fiesta concluya, el diablo aparecerá en los detalles. Ya habrá tiempo de constatar la voluntad y capacidad de los países y los organismos internacionales para hacer realidad lo que hoy es una promesa.
Todos los modelos y proyecciones elaboradas a partir de los ofrecimientos de reducción de emisiones con los que llegaron a París los representantes de los países, muestran que el clima planetario aumentará al menos en 2.7C. Hasta el momento actual, la ciencia climática sostiene que el planeta se ha calentado en cerca de 1C desde el inicio de la era industrial. En este contexto: ¿Cómo harán los países firmantes del Acuerdo, y cómo hará la Naciones Unidas, no sólo para alcanzar el 2C, más aún, la meta aspiracional de 1.5C. Pero en la COP21 se trataba de ser optimista y mostrarse decidido a cumplirle a París y al planeta.
El grupo de los cien países que integran la Coalition of High Ambition retomó la demanda mas estricta del 1.5C, propuesta desde tiempo atrás por un gran número de países del mundo no desarrollado. Curiosamente, Estados Unidos se convirtió en el principal promotor de esta demanda. Desde luego, estaba en la mente de muchos que los acuerdos no iban a ser obligatorios, por tanto se podía pedir y ofrecer hasta lo imposible.
V.- Los protagonistas. ¿Una representación?
Además de la diplomacia francesa, un gran protagonista parecen haber sido la mencionada ‘Coalition of High Ambition’, formada con cierto sigilo en los últimos meses y que, en París, resultó respaldada por muchos de los ‘big players’, Estados Unidos, La Unión Europea, Brasil, por una mayoría de los países no desarrollados y particularmente, por la república de las Islas Marshall y su mediático ministro del exterior Tony deBrum, que con dramatismo ha presentado en esta cumbre el futuro catastrófico que aguarda a su país.
Todavía el viernes 11, por la noche, China se refirió a esta Coalición, y su propuesta del 1.5C, como una representación teatral. James Hansen, considerado el iniciador de la conciencia mundial sobre el cambio climático dijo que las metas en la conversaciones de París son un fraude basado en promesas, sin acciones reales: “It’s a fraud really, a fake,” he says, rubbing his head. “It’s just bullshit for them to say: ‘We’ll have a 2C warming target and then try to do a little better every five years.’ It’s just worthless words. There is no action, just promises. As long as fossil fuels appear to be the cheapest fuels out there, they will be continued to be burned.” (James Hansen, The Guardian 12/XII/2015).
@jlezama
Dos links para leer el acuerdo:
http://unfccc.int/documentation/documents/advanced_search/items/6911.php?priref=600008829
http://www.nytimes.com/interactive/2015/12/12/science/document-final-cop21-draft.html
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